¿Os gustaría saber un poco más de Becca Fitzpatrick, la autora de
Hush, Hush y de
Crescendo?
Su web nos cuenta que su amor por la lectura se desarrolló desde que era muy pequeña.
Ni a su hermana Heather ni a ella les gustaba mucho el colegio, porque se llevaban mal con algunas de sus compañeras. Como estas chicas les resultaban tan antipáticas, por la noche se inventaban juntas historias en las que les hacían todo tipo de jugarretas, como encerrarlas en el autobús del colegio. ¡Probablemente esa fuera su primera incursión en la ficción!
Todo esto ocurría en
Utah, un estado al oeste de EEUU, famoso porque es donde viven más mormones, religión a la que por cierto pertenece otra famosa escritora que seguro que conocéis,
Stephenie Meyer.
Pero cuando empezó el segundo curso de primaria, la familia de Becca se mudó a una ciudad llamada
North Platte, en
Nebraska, otro estado, éste en el medio oeste. Becca se sintió mucho más cómoda en su nueva escuela. Sus lecturas también siguieron evolucionando y descubrió a personajes literarios como
Nancy Drew y
Trixie Belden. Ambas son detectives, si hacéis clic sobre sus nombres podréis entrar en sus webs y conocer más sobre ellas (están en inglés, pero lo básico se entiende). Con el tiempo, su hermana Heather, que era mayor que ella, se pasó a una habitación para ella sola y Becca compartió el cuarto con la pequeña, Christian, quien le descubrió al mágico escritor
Roald Dahl (¿os suena
Charlie y la fábrica de chocolate, por ejemplo?) y los libros de
La casa de la pradera, la historia en las áridas tierras de Norteamérica de la valiente familia Ingalls contada por Laura, la pequeña.
Las experiencias de Becca Fitzpatrick en el instituto fueron de lo más variopintas, y dice que las recuerda todas y que tal vez por eso decidió escribir para un público joven. Se graduó
valedictorian (es decir, con las mejores notas de toda su clase) en 1997. Después fue a la universidad
Brigham Young y estudió Ciencias de la Salud.
Por aquél entonces ya estaba casada, y su marido decidió regalarle un curso de escritura cuando cumplió veinticuatro años. De ahí surgió Hush, Hush y bueno, el resto ya es historia...
En la imagen, Becca Fitzpatrick en brazos de su madre cuando tenía tan solo un año (1980)